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sábado, 23 de mayo de 2009
Pasa-mal
Edurne Pasaban acaba de protagonizar su penúltima hazaña: la agónica subida al Kangchenjunga. Es su decimosegundo ochomil. A falta de dos, la intrepida chica lo ha pasado faltal. Llegó justa de fuerzas a la cima y la bajada ha supuesto un auténtico calvario, hasta el punto que "hubo un momento que me quería morir" según declaró. Acaba de regresar a España con congelaciones en pies y manos. Ánimo y a por las dos cimas pendientes para conseguir los 14 ochomiles.
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