San Pedro, poseedor de las llaves del cielo, debería bajar de allí y empezar a repartir llaves de pisos a todos los jóvenes que desean emanciparse. Su fiel compañera Santa Ikea le acompañaría en estas labores, guiando a los jóvenes con su incuestionable talento para el interiorismo low cost.
Hace 5 horas
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