
Desde mi más tierna adolescencia ansiaba asistir a un concierto de la famosa e
incombustible banda inglesa. Recuerdo noches enteras escuchando y bailando "
enjoy the silence", "
walking in my shoes" y "just can´t
get enough", incluso en periodo de
exámenes. Mi oportunidad para ver a
Depeche Mode llegó el pasado 20 de noviembre en el Palau Sant Jordi. A destacar: la poderosa vez de Dave Gaham, el espectáculo audiovisual y las miles de personas moviendose al ritmo que marcaba el grupo. Reprochable: el exceso de canciones de su último y desconocido CD.
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