Vaibhav Bedi, de 26 años y residente en Nueva Delhi (India) ha decidido denunciar a “Lynx” (marca bajo la que se comercializan los productos “Axe” por aquellos lares) por publicidad engañosa y por la depresión y el daño psicológico causado por la aparente inexistencia del “efecto Axe”. Vaibhav utilizó Axe durante siete años, convencido de que decenas de sensuales chicas indias le persiguirían y le harían feliz. Sin embargo, después de tanto tiempo ha decidido tirar la toalla no sin antes exigir que la firma le indemnice con más de 28.000 Euros por haber abusado de su confianza ciega.
Me juego una cerveza Kingfisher a que al fulano indio le salen decenas de novias a partir de ahora, y mientras tanto, voy preparando mi demanda a los de RedBull porque no me acaban de salir alas.
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